Reseña: La chica del tren, de Paula Hawkins

¡Cuervos días!
Qué mejor manera de empezar un finde vacacional que viajando en tren mientras leo "La chica del tren". ¡Claro que si! Si a esto le sumamos descubrir (pues no había leído ni la sinopsis) que comparto nombre y nick con sus dos protagonistas femeninas, podéis imaginar que la experiencia empezó siendo de todo menos aburrida. ¿Pero y la novela, qué tal está? Pues leamos, leamos.

Su desarrollo me ha parecido bastante original, sobretodo en la primera mitad. Promete mucho, está a la altura de las expectativas, nos plantea situaciones diferentes a lo habitual y la protagonista tampoco encaja en el perfil al que nos pueden acostumbrar este tipo de novelas... hasta ahí bien. Es fácil empatizar con Rachel y preocpuarse por ella, odiar a su ex marido y compartir su interés por las vidas ajenas que nos dibuja con tanta insistencia e imaginación.

"¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí. Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí."

Leyendo la sinopsis es difícil que no nos pique la curiosidad. La trama empieza interesante y mantiene su nivel de tensión hasta que, llegados a la mitad, la autora decide empezar a jugar con nosotros y quiere hacernos sospechar de la presunta maldad o bondad de varios personajes. Y ahí es donde nos pierde.

Me duele decir que no me sorprendió demasiado el transcurso de los acontecimientos y que ya me olía de qué iba toda la historia desde mucho antes del "clímax" final, donde nos desvelan quién o quiénes son el malo o los malos. Una historia que empezó tan prometedora termina sin destacar demasiado dentro del género y, para mi gusto, se pierde en el saco de las del montón.

Tanto el marketing como el hecho de que vayan a hacer una adaptación de la novela ha conseguido que esté en boca de todos, que tenga una fama demasiado elevada y que por tanto nuestras expectativas estén a la misma altura. Creo que eso me pasó a mi; esperaba una joya de la novela negra y al final se me fue desinflando por todas partes. No es que no me haya gustado, ojo. La novela se disfruta y en general me parece que mantiene un buen ritmo, de estas que estás deseando retomar porque te has quedado con ganas de más. La pega, como digo, es que una historia que parecía novedosa e impredecible terminó por hacérseme demasiado obvia, y eso es justo lo que no me gusta encontrar en las novelas de intriga. Necesito que me sorprendan, que no me dejen saber lo que va a pasar y, en los mejores casos, consigan mantenerme engañada hasta el final.
La chica del tren no cumplió esos requisitos, pero sí me enganchó lo suficiente para no querer soltarlo.

Supongo que por eso le dejo a las puertas del notable, porque para mi es muy importante que este género sepa sorprender y engañar al lector. Es difícil reseñar esta novela sin caer en los spoilers, y más aún dar una mala valoración sin que parezca que es una novela terrible. No lo es. Es buena, pero no brillante, y sin duda me veré la película en cuanto salga. Tan solo espero que su genial reparto sepa hacerla brillar como merece y no termine recordándome a esas películas que nos sueltan los sábados al mediodía donde, para variar, también sabes quién mató a quién.

¿Lo habéis leído? ¿Os gustó?

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