Reseña: Tú y yo nunca fuimos nosotros, de Selam Wearing

¡Cuervos días!

Una vez más toca sentarse a disfrutar de una buena lectura, y la que me acompaña hoy es uno de mis siempre bienvenidos libros de poesía urbana. Si aún no conocéis a Selam preparáos para hacerlo, porque hablar de sus textos es como presentártelo a él mismo.

"Esto no es otro libro de poemas, soy yo pidiendo auxilio, pero nadie me socorre.

He asumido que nunca nos olvidaremos. Cada vez que nos cruzamos sus ojos se revelan ante mí, nostálgicos de todo aquello que no hemos sido, preguntándose acaso si aún no es demasiado tarde. Pero ninguno hace nada.

Ella se muerde el labio y mira a cualquier otra parte con los pensamientos clavados en mí. Yo acelero el paso, como si llegara tarde a donde nadie me está esperando."

Mi reflexión favorita y a la que siempre me aferro es ésta: La inspiración nos visita cuando estamos tristes, rotos, afligidos, necesitados. Es ahí cuando surgen la mayor parte de los poemas, de las historias que nos arañan el alma. Por eso 'Tú y yo nunca fuimos nosotros' parte de la premisa de un encuentro con final amargo y muchas cosas sin decir. Y como dejarlas dentro dicen que se enquista... ¿Qué mejor manera de sacarlas, que escribirlas?

Leer a Selam es como embarcarse en una relación en toda regla. Tiene páginas que te enamoran, otras te desilusionan, a veces hay líneas que le discutiría y en otras te reconcilias. Y como soy muy amante de la simpleza, hasta en este torbellino de emociones me he encontrado a gusto.

He conocido a alguien. Es ella, pero yo no soy él.

Los textos del libro son un claro ejemplo de cuando algo parece fácil pero no lo es. Son en apariencia sencillos, honestos, limpios de palabrería barata o reflexiones rebuscadas. Pero la forma en que logran conectar con tus sentimientos es lo que los hace bellos. Parece mentira que palabras tan corrientes consigan un efecto tan acertado. Y ese se su talento. Un uso del lenguaje que parece al alcance de cualquiera, pero que nadie había sabido dar forma con tanto acierto hasta ahora.

Entre sus líneas el amor está muy presente, aunque no se vive, tan solo se desea. Es el recuerdo de un paseo, de un cruce de miradas, del anhelo y la añoranza. Es avanzar mas allá de esas imágenes para encontrarse con nuevas oportunidades, unas que pasan de largo, otras que se paran. Historias que no terminan de unir sus caminos pese a desearlo, viajes cuyo destino aún no está escrito, deseos que deberán postergarse hasta la próxima vez. ¿La habrá?

A su vez, el libro contiene pensamientos difusos sobre el proceso de escritura (Leyendo entre líneas, creo que son su manera de explicar de dónde viene la inspiración para cada texto contenido en el libro) y un par de reflexiones sobre los efectos de la cerveza, su vicio contra el mundo. El prólogo cae de la mano de Roger Wolfe y carece de epílogo, aunque con su último texto resume tan bien cómo deberíamos vivir (y aprovechar) la vida que hasta podría servir como cierre conclusivo. 

Cread la oportunidad. No la esperéis. Porque esperar es, de todas las formas de perder el tiempo y sus posibilidades, la mas trágica.

Más de 120 textos para sumergirse en la cabeza de éste joven autor sin perdernos en el proceso. Porque el mensaje que transmite no es el de haber fracasado, al contrario, ha encontrado más de lo que ha perdido. Quizá nunca fuimos "nosotros", no. Pero tampoco hemos dejado de ser.