Reseña: Yo, Leonardo, de Ralph Steadman

¡Cuervos días!
Pocas biografías pueden ser más interesantes que la de Leonardo Da Vinci. Pero éste libro va más allá de la historia del genio, porque aúna su insaciable curiosidad con las ilustraciones a tinta de Ralph Steadman y un diseño que alienta al disfrute. ¿El resultado? Una explosión de sensaciones en un libro cuidado al mas mínimo detalle. Pasen y lean.

"En este diario de un genio, la voz de Leonardo nos invita a recorrer su mundo más íntimo: sus obsesiones, sus inventos, los encargos artísticos de los monarcas, la rivalidad con Miguel Ángel, la génesis de La Última Cena, los encuentros con la Mona Lisa, de los que nacería ese ícono pictórico de belleza y sensualidad: «Había aceptado pintar el retrato de una dama cuyo rostro era de otro mundo […]. Para contentarla y hacerla sentir a gusto, contraté a un grupo de juglares para que, en su rostro —pero sobre todo en su corazón—, hubiera siempre una sonrisa».

Con destreza inigualable en el manejo de la tinta, Ralph Steadman recrea la atmósfera artística y la situación política de su tiempo, a la par que, con trazos cargados de fino humor, da vida a los personajes más influyentes en quien ha sido considerado como el modelo de sabio renacentista. Stedman desarrolló una gran obsesión por Leonardo, fijación que lo llevó a pintar su propia versión de La Última Cena en la pared de su dormitorio; a construir una máquina equivalente a la de Leonardo que logró alzar el vuelo; y a recorrer aquellas ciudades y paisajes italianos transitados por Da Vinci, tratando, así, de imaginar cómo era habitar la mente imaginativa de un espíritu sin límites. Inmerso en la creación del libro, Steadman dijo: «Me convertí en Leonardo. Sin tener que leer a Kenneth Clark»"

Me reconozco admiradora de la apasionante vida de Leonardo, aunque difícil es no caer a sus pies con la de habilidades que demostró tener y esa insaciable necesidad por inventar todo aquello que aún no tenía cabida. Un adelantado a su época que Ralph Steadman ha estudiado a la perfección y ahora nos trae en ésta publicación, relatada en primera persona y repleta de imágenes de lo más evocadoras.

Me ha gustado muchísimo la narración, porque es muy sencilla y abarca toda la vida del artista, empezando en su niñez y relatando numerosos episodios de su vida. Finalmente se iría con su padre y empezaría a cultivar sus muchas destrezas, en el taller de Verroccio, Pollaiuolo, con Toscanelli, Ludovico Sforza, Maquiavelo... sin olvidarnos de su enemistad con Miguel Ángel, que no podía faltar.
Las ilustraciones a tinta confieren un toque muy oscuro al libro, pero a la vez inquietan, atraen y aturden nuestros sentidos. Sientes que estás ahí, con Leonardo, intentando repartir la carga sobre los caballos para que se les haga menos pesada, o averiguando cómo caminar sobre las aguas. Pero no sólo de ilustraciones vive el libro. También contiene borradores caligráficos del autor y bocetos. Y realmente parecen capturar el espíritu desafiante de Leonardo, esa fiereza febril con la que se embarcaba en cualquier proyecto. 

Gracias al ojo, el alma soporta vivir en la prisión del cuerpo, pues, sin él, tal cautiverio sería una tortura.

No había nada que a Leonardo no le inquietara. Ansiaba ser el primer hombre que consiguiera volar e inventó su propia máquina para poder lograrlo. Inventó con gran afán sus propios animales mitológicos. Hizo exhaustivos estudios de proporcionalidad como el conocido 'Hombre de vitruvio', y aplicó  la perspectiva en muchas de sus obras, como 'La última cena'. Nos maravilló con su 'Mona Lisa'. Y por si fuera poco, inventó todo aquello que no encontraba a su disposición. ¿Necesitaba gafas? Creaba unas. ¿Problemas para arar la tierra? Ingeniaba una solución. ¿Respirar bajo el agua? Ya había pensado en ello. ¿Bicicleta? Marchando.
Hasta los textos me han resultado conmovedores. Leía y me entraban ganas de ponerme a pintar. De crear cosas. En definitiva, de soñar despierta. Y cuando algo es tan potente visualmente, es imposible conformarse con describirlo. Tenéis que verlo:

La proporción es divina y forma parte de todo cuanto vemos en la naturaleza.

Con una facilidad admirable, Steadman mezcla la biografía de Leonardo con divagaciones y sutiles explicaciones de todo por cuanto fue pasando, tanto que nos metemos de lleno en la mente del artista y salimos rebotados de ella para continuar tras el rastro de sus pasos. 
Mezclando arte, humor, convulsiones políticas de la época, personajes históricos y por supuesto todos los hitos en la vida del artista, "Yo, Leonardo" es mucho más que una declaración de amor al personaje, es pura devoción tratada con el máximo respeto. Y es que se nota el cariño puesto en pulir cada mínimo detalle, creando así un libro digno de ser admirado... y por supuesto, leído.