Reseña: Macbeth, de Jo Nesbø (THE HOGART SHAKESPEARE)

¡Cuervos días! Con ésta portada, muy pocos acertarían a adivinar que el Macbeth que nos trae Jo Nesbø es en realidad el mismo que creara Shakespeare en su día, sólo que con una suculenta vuelta de tuerca para situarlo en las calles más corruptas y oscuras de nuestra sociedad actual. No, no debe ser fácil reescribir un clásico y menos aún ser capaz de adueñarte de él. Pero hablamos de uno de los mejores autores de thriller de nuestros tiempos, así que preparaos para lo que viene.

"Un jefe de policía demasiado íntegro; un magnate dispuesto a todo con tal de eliminarlo; una ciudad de callejones húmedos y oscuros, sitiada por las bandas criminales y el tráfico de estupefacientes. Este es el nuevo escenario en el que Jo Nesbø reinventa a Macbeth como el ambicioso capitán de la Guardia Real, a lady Macbeth como una persuasiva y madura dominatrix, y a las tres brujas como «cocineras» de una peligrosa droga. Pero el frágil equilibrio en el que se sustenta la ciudad tiene los días contados: Hekate, el capo de los narcos, cree que la policía ha sido un obstáculo para sus negocios durante demasiado tiempo, y Macbeth, con un turbio pasado de adicciones y violencia, es el peón perfecto para destruirlos desde dentro.

Una historia de ambiciones sin freno que cobra vida en las manos de Nesbø, un escritor capaz de convertir cualquier relato en un angustioso viaje a través de las facetas más oscuras de la naturaleza humana. Y en el centro, un hombre que cruzará la línea, que olvidará quién era, y que sabe que no conseguirá lo que quiere a no ser que mate por ello."

«Como las ortigas, las ambiciones de los hombres siempre querrán alcanzar el sol y ensombrecerán y matarán cuanto las rodea.»

Hace algunos meses ya os hablé de "La semilla de la bruja" (Reseña aquí) la magistral reinterpretación que Margaret Atwood hace de 'La tempestad' de Shakespeare. Me gustó tanto esa idea de transcribir como novelas los clásicos del dramaturgo que no he podido resistir la tentación de seguir aumentando esa lista de lecturas. ¿La última? Un Macbeth muy oscuro y corrupto, y es que Jo Nesbø ha sabido adueñarse a la perfección de la historia para llevarla a su terreno. El thriller.
En esta completísima historia conocemos a Macbeth como un ambicioso (y corrupto) policía, capitán de la Guardia Real, pero con aspiraciones mucho mayores. Así que cuando, al igual que en la historia real, le profetizan un futuro lleno de gloria donde ningún hombre será capaz de matarlo... su ambición toma el control y decide hacer lo imposible por acelerar su salto a la silla que más le interesa: Jefe del crimen organizado y posteriormente, director. Pero para ello, por supuesto, tendrá que pasar por encima de Duncan, de Malcolm y de cualquiera que se interponga en sus planes. Y lo digo de un modo literal: Pasar por encima de sus cadáveres.
Macbeth es respetado en el cuerpo, es uno de los activos que más duramente han luchado contra las mafias que ensucian las calles. Principalmente destacan dos: Los "Norse Riders", un club motero de traficantes liderados por Sweno, y el mafioso más peligroso de todos, el narco rival de Sweno: Hekate. Con su droga, llamada "La poción", tiene loca a la mitad de la población. Es tan terriblemente adictiva que hasta el propio Macbeth corre el riesgo de recaer en antiguos vicios y volverse adicto a ella. ¿Y quién creéis que es el interesado en que Macbeth ascienda al poder y se deshaga de todos cuantos hacen peligrar su imperio? Por supuesto, Hekate.
Pero si hay algo con fuertes reminiscencias a la obra original, es el personaje de Lady. Si bien aquí ha sido reescrita como una absoluta dominatrix, su función sigue siendo igual de esencial: Susurrar al oído de Macbeth, infundarle valor, llenarle la cabeza de ideas y dejar que él y su miedo a ser traicionado hagan el resto. Son una pareja que se complementa a la perfección, envenenándose mutuamente. 

A ninguno nos respetan por quienes somos, señora. Nos respetan por lo que somos capaces de hacer. Sobretodo si podemos hacer algo en contra de aquel cuyo respeto deseamos...

Por otra parte, Nesbø aporta su granito de arena no sólo al convertir la historia en toda una trama policial donde el narcotráfico toma las calles, sino que también abundan referencias a la mitología griega (Ícaro, Titón...) en lo que, en mi opinión, es también un homenaje a la esencia clásica del guión sobre el que está trabajando. Podía haber sido un desastre, pero creo que supo hacerse con el control completo de estos personajes y malearlos a su antojo. ¿El resultado? El Macbeth más oscuro y adictivo que jamás hayamos tenido.
Tampoco faltan las metáforas, y las más habituales hablan de un océano lleno de peces donde cada cual cumple su función. Unos matan para sobrevivir, otros huyen por su vida, algunos se alimentan como sanguijuelas... y al final, tras un sinfín de traiciones, el destino de nuestros protagonistas podría no ser el que todos nosotros habíamos previsto.

¿Sabes qué es todavía más solitario que no haber tenido nunca a nadie? Es creer que lo has tenido, y luego resulta que esa persona, ese que creías que era tu amigo más cercano, nunca lo fue.

Pero al igual que pasara en la obra de teatro, las predicciones apuntan a que Macbeth sería superado por los herederos de su mejor amigo, Banquo. Temeroso de que la ambición le ciegue, planeará la muerte de su propio colega y la de su hijo, ese que hace peligrar todas sus aspiraciones de futuro. Ah, ¿No es demasiado pedir que todo salga tal y como lo tiene planeado? ¿Y qué pasará con el jefe de antidroga, con Duff, quien creció con Macbeth y lo conoce como a un hermano, y quien ahora también ha huido por su vida temeroso de ser el siguiente en caer? ¿Podrá alguien desenmascarar la corrupción que ensombrece esta ciudad?
Una magistral historia que ya era buena en su momento, pero que ahora lleva el sello inconfundible de uno de los autores mejor valorados en nuestro thriller actual. Y eso es admirable. No debe ser fácil coger un clásico y hacerlo tuyo sin demeritarlo, pero Nesbø lo hace. 
Un libro irresistible para amantes del género y fanáticos del autor, pero sobretodo para aquellos que sentían vértigo al intentar leer a Shakespeare por si sus obras se hacían demasiado densas. Pues aquí tenéis a Macbeth. Asomaos a sus páginas y os aseguro que ya seréis incapaces de olvidar a ninguno de sus autores.