Reseña: Elevación, de Stephen King

¡Cuervos días! No, espera. Ya sé que Stephen King suele ser sinónimo de terror pero en éste caso os traigo la reseña de uno de sus relatos más sentimentales y especiales. Decir que me ha encantado es poco, y aunque se aleje tanto de los géneros que le han hecho mundialmente famoso hay algo en ésta historia que sigue conservando su firma. Quizá sea esa desbordante imaginación, porque solo eso justifica que alguien haya pensado en ésta historia tan original.

El cuerpo de Scott Carey sufre un extraño fenómeno: pierde peso sin parar pero no se vuelve más delgado, su báscula le dice que cada día es un poco más ligero, sin importar si lleva o no ropa o cómo de pesada sea esta.
Castle Rock es una ciudad pequeña en la que las noticias vuelan y Scott no quiere ser sometido a pruebas y experimentos, así que solo confía su secreto a su amigo el doctor Ellis.
Sin embargo, el misterio de su insólita enfermedad causará efectos inesperados en la convivencia de la pequeña ciudad y sacará a la luz lo mejor de la gente que le rodea.

Elevación es una historia fascinante y conmovedora y un antídoto contra nuestra cultura individualista.

Lo que Scott Carey está padeciendo no está registrado por ningún médico. ¿Qué clase de enfermedad te hace perder peso sin perder masa? Y lo que es aún más extraño, da igual la ropa que lleve o los objetos que sostenga, todos parecen quedarse sin peso al entrar en contacto con él. ¿Qué ocurrirá cuando toque a otras personas? El fenómeno podría resultar fatal no solo para Scott.

Asustado, decide compartir su situación con Bob Ellis, su amigo médico ya jubilado. Los dos llegan a la conclusión de que lo más sano es guardar el secreto, o pronto Scott será una cobaya científica y la comidilla de la prensa. ¿Pero cómo frenar esa pérdida de peso? Y... ¿Qué ocurrirá cuando llegue el día cero?

Pese a las circunstancias, Scott intenta seguir con una vida normal y eso incluye sus problemas de convivencia con sus nuevas vecinas, Dreide McComb y Missy Donaldson. La pareja es poseedora de dos perros que apenas logran controlar y dejan sus deposiciones por todas partes... y Scott tiene un gato, Bill, que tampoco termina de cogerle el gusto a sus nuevos vecinos perrunos. Pero las dos mujeres tienen mayores problemas que estas disputas vecinales: Su negocio podría cerrar si no consiguen atraer clientes, y todo apunta a que los ciudadanos de Castle Rock las están evitando intencionadamente por cuestiones homófobas. Por cuestiones del azar Scott descubrirá lo que está pasando y decidirá hacer algo bueno por sus vecinas, una acción que, de manera inimaginable para todos, traerá grandes consecuencias.

Tú le has arrancado la espina del rencor que tenía clavada.

Cuando empecé a leerlo me hacía una única pregunta: ¿Cómo va a conseguir hacer que ésta premisa sea suficiente para sostener toda la historia? Pues lo hace. Todo se enreda de manera inexplicable y por su brevedad ya podéis imaginar que no se distrae con datos vacuos sino que siempre está pasando algo, hasta que todo va cogiendo forma y sentimos precipitarse la parte más dramática de la narración. En definitiva, no me ha podido parecer más maravillosa e inesperada, con unos personajes en sus apenas doscientas páginas. Que un relato de ésta brevedad me haya conseguido fascinar tanto dice mucho de su autor, un increíble narrador al que nada parece resistírsele.

Publicado en tapa dura con sobrecubierta y en un tamaño muy práctico, es casi como un libro de bolsillo pero con la fuente más grande de lo habitual, a mí me daba la impresión de estar leyendo un cuento más que un relato, pero desde luego su temática dista mucho de ser infantil.

Todo converge aquí. A ésta elevación. Si así es como se sienten los moribundos, todo el mundo debería alegrarse de partir.

"Elevación" vuelve a sumergirnos en Castle Rock, el pueblo fictício más recurrente en la obra de Stephen King, pero ofreciéndonos ésta vez una historia profunda y sentimental con un poderoso mensaje final. No os decepcionará.