Reseña: Dublineses, de James Joyce

¡Cuervos días!Para mi estas fechas navideñas son las idóneas para animarme con autores clásicos, por alguna razón me resultan muy atrayentes en la recta final del año. Y ya que James Joyce parece llevar una eternidad en mi lista de pendientes... ¿Por qué no un libro de relatos?

"Los quince relatos que componen Dublineses son, probablemente, la mejor puerta de entrada al universo Joyce. Hilvanados con maestría para crear uno de los libros de relatos más unitarios y perfectos de la historia de la literatura, en ellos se despliega la mitología personal de Joyce sobre Dublín que culminará en el Ulises. Sus páginas son el retrato de una afección del alma humana tan extendida ahora como cuando el libro vio la luz en 1914: la parálisis de voluntad que impide vivir una vida original, libre e independiente, y que impulsa a las personas a refugiarse en todo tipo de abusos, inercias y melancolías."

Si queréis viajar sin moveros de casa, Dublineses es el transporte correcto: Vagarás por las calles de Dublín, sus bares, sus más sórdidos secretos y personajes tan variopintos como irresistibles. Lo que suele definirse como una aventura... memorable.

Los quince relatos que lo componen nos sitúan en escenas cotidianas repletas de diálogo y dinamismo, algo útil dada su brevedad. James Joyce navega por su sociedad intentando salvar a esas gentes de la rutina enfrentándolos a circunstancias nuevas que los obliguen a vivir, a revelarse como inconformistas. Pero pese a sus intentos por ofrecer alternativas parece que no siempre es posible cambiar el camino que han emprendido, y la ciudad atrapa a cada uno de ellos.

No se puede negar que el tono general se va volviendo gris, triste y algo desesperanzado. Posiblemente refleja la visión que Joyce tenía de Dublín, aunque logre contagiar otro espíritu a los que leemos estos relatos: El hambre de progreso.

Sus quince relatos responden a estos títulos: "Las hermanas", "Un encuentro", "Araby", "Eveline", "Después de la carrera", "Dos galanes", "la casa de huéspedes", "Una pequeña nube", "Contrapartidas", "Arcilla", "Un caso doloroso", "Día de la Patria en la oficina del Partido", "Una madre", "La gracia" y "Los muertos".

Es curioso que pese a no ser una novela, exista relación entre las historias e incluso el orden en el que están presentadas, como si recorriéramos la vida de la ciudad desde su nacimiento hasta su muerte. 

Pero a su vez, dotadas de suficiente independencia. Variando de narrador, clase social, circunstancia... siempre logrando engancharnos con su ingenio y dobles interpretaciones. Además, como ya imagináis, son tan breves que si uno no nos convence siempre hay tiempo para pasar al siguiente y librarnos del mal sabor de boca.

No engañaban al indicar que "Dublineses" es perfecto para tener un primer acercamiento al autor: Original, ingenioso, con un profundo retrato de la sociedad de la época y a su vez de lectura tan breve que no da tiempo a protestar.