"Monza, Italia, 1936. Francesca, de trece años, yace a orillas del río Lambro bajo el peso de un hombre muerto que intentaba violarla cuando falleció de súbito. Su amiga Maddalena se arrastra desde el agua y la ayuda a zafarse del cuerpo, que esconden entre unos arbustos. La amistad entre las dos niñas comenzó un año antes, y está marcada por la rebelión y la búsqueda de libertad más allá de la rígida jerarquía social del pueblo. A Maddalena, de orígenes humildes, la llaman «La malnacida» por sus supuestos poderes oscuros, Francesca se une a su grupo de amigos en contra de la voluntad de su familia, descubriendo una nueva forma de vivir más allá de las convenciones sociales. Su vínculo superará las malas lenguas del pueblo, que culpan a Maddalena de varias muertes, pero será puesto a prueba por la guerra y el fascismo, y las dos amigas tendrán que decidir si aliarse en contra de la opresión social o dejar que el curso de la historia las separe para siempre."
Nadie la mira con buenos ojos. No tiene miedo a ensuciarse la ropa, a perder los modales, a salir con chicos y hacer todo lo que no debería una chica de su edad. ¿Pero quién ha decidido que no puede? ¿La sociedad, las rígidas normas de la época? Maddalena siempre ha impuesto su propia ley, y es por eso que no pasa desapercibida.
Tampoco para Francesca, una niña de familia acomodada a la que siempre han mantenido encorsetada. Pero eso no la hace estúpida. Reconoce los coqueteos de su madre con otros hombres, o los privilegios de los que gozan los niños de su edad. ¿Por qué solo puede salir si es para hacer recados? También quiere jugar, quiere recorrer la ciudad y vivir aventuras. No entiende por qué La Malnacida es despreciada por todos, si tiene todo lo que ella querría. Lo que en principio parecen dos mundos opuestos enseguida terminan siendo almas gemelas.
Pero la voz de Beatrice Salvioni va mucho más allá de desplegar la inocencia y juventud de estas dos niñas que van creciendo ante nuestros ojos. Nos habla de la vida de las mujeres en 1936, con el fascismo imperando en las calles y su independencia coartada por los hombres. La política y el machismo son por tanto temas constantes en toda la novela, pero solo como un inevitable escenario por el que deben transitar sus personajes.
Por eso me parece tan interesante que comencemos conociendo a parte de sus protagonistas siendo relativamente jóvenes, ingenuos... y libres. Porque nos relata las distintas visiones entre unos adultos ya adaptados a su sociedad y unos niños que se niegan a ser lo que se espera de ellos y aún propugnan valores como la tolerancia, sensibilidad, empatía y la capacidad de soñar con un futuro mejor. Uno que no dicte con quién deberían llevarse mal.
En el mundo solo había dos cosas seguras. La primera: lo que no lograban explicarse era obra de Dios o del demonio, según le ocurriera a una persona de bien o a un muerto de hambre. La segunda: los hombres nunca tenían la culpa.
Y esto nos devuelve a nuestras protagonistas. La sensibilidad y crudeza se dan la mano a medida que van convirtiéndose en mujeres y tienen que sobrevivir a un entorno hostil lleno de amenazas hasta en el mas inimaginable de los lugares. En este punto la prosa es brillante, nos sumerge en un abrazo feminista que reivindica no solo el papel de la mujer, también su lucha por tener voz ante la violencia.
Lectura ágil con numerosos diálogos, de fácil comprensión y sin excesivas descripciones que ralenticen su avance. Si os animáis con la versión física, está en tapa blanda y con un tamaño fuente bastante decente (lo habitual en su editorial). La traducción es de Ana Ciurans Ferrándiz.
Cualquier puntuación es poca. Breve, intensa, humana, un final inesperado. Y para ser la novela debut de su autora deja un increíble sabor de boca, necesitando seguir leyendo lo que quiera que nos traiga.
Hola Meg, en principio no es una lectura que me llame mucho la atención, pero no descarto salir de mi zona de confort y ponerme con ella en algún momento.
ResponderEliminarUn besazo guapísima
Gracias por la reseña. Tomo nota te mando un beso. Enamorada de las letras
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