¿Cómo va la semana? Espero que estéis sobreviviendo bien a los exámenes (Y otras ocupaciones) porque el finde ya queda a la vuelta de la esquina y va siendo hora de hacer una buena recomendación cinéfila para tirarse al sofá y descansar con un buen bol de palomitas. ¿Listos?
La enigmática película de la que quiero hablaros esta vez es Ex Machina, posiblemente uno de los grandes descubrimientos del cine del año pasado.
La acción comienza sin previo aviso y sin darnos muchos detalles de lo que vamos a ver, obligándonos a sumergirnos en su historia de la mano de uno de los tres protagonistas principales.
Caleb (Domhnall Gleeson, El despertar de la fuerza) es un hábil programador elegido para llevar a cabo un misterioso test en una casa completamente aislada por motivos de seguridad. Una de las primeras cosas que descubriremos es que allí convivirá con su jefe, Nathan (Oscar Isaac, también compañero suyo en El despertar de la fuerza) y el fenomenal objeto de su estudio: Una inteligencia artificial en cuerpo de mujer que responde al nombre de Ava (Y a la que da vida la fascinante Alicia Vikander).
Hechas las presentaciones, uno no puede acomodarse en su butaca sino abandonar el respaldo de la misma para analizar con curiosidad, del mismo modo que Caleb, a aquella fascinante creación. Ava muestra ser tan inteligente como los humanos y enseguida dará señales de rebeldía al compartir con su nuevo amigo una inquietante pregunta: ¿Realmente cree que puede confiar en Nathan?
Es realmente fácil cogerle cariño a Ava, empatizar con sus sentimientos y hacerse la pregunta más obvia de todas; qué pasará con ella si supera el test. ¿La destruirán? ¿Se lo puede considerar "asesinato"? ¿Hasta qué punto las condiciones de su concepción la hacen menos humana, o la privan del derecho a la vida? El debate está servido.
Una de mis partes favoritas es el diálogo entre ambos protagonistas masculinos frente a un cuadro de Jackson Pollock, lo que en mi opinión es una forma muy sutil de desvelarnos la auténtica personalidad de Nathan.
"El pintor de las salpicaduras. Él dejaba la mente en blanco y su mentre iba donde quería... ¿Y si Pollock hubiera invertido el reto? ¿Y si en lugar de hacer arte sin pensar hubiera dicho...? No soy capaz de pintar nada a menos que sepa exactamente por qué lo estoy haciendo. ¿Qué habría pasado? - No habría hecho una sola raya."
Así llegaremos a un punto donde el propio espectador se cuestiona qué es lo correcto, y qué no lo es.Veremos a Nathan terminar de mostrar todas sus cartas y a Ava brillar en todo su esplendor, convirtiéndonos en una segunda parte de la conciencia de Caleb.¿Qué haríais vosotros? ¿Salvar a la chica que pese a no ser humana dice sentir algo por ti... o confiar en los sabios consejos de vuestro jefe, un hombre que cada vez parece ocultaros secretos más y más oscuros?
Lo primero es ver la película, está claro. A mi me ha encantado y es de esas que no dejan indiferente a nadie, sobretodo por el mensaje (Y posible advertencia) que esconde su final.
¿Ya la habéis visto?
Por supuesto, recordar el sorteo en el que ando participando.
hola,
ResponderEliminarpues esta peli no me llama nada de nada, asi que no creo que la vea.
un saludin
cdc