Reseña: Trabajo, piso, pareja de Zahara

¡Cuervos días! A veces la vida se basa en oportunidades, en encuentros casuales y conversaciones que van a más. ¿Pero y qué pasa después? ¿Por qué nadie nos cuenta lo que sucede después de esa conexión mágica? Zahara ha decidido tomar una fotografía del mundo real y transmitírnosla convertida en su primera novela. Veamos cuál ha sido el resultado.

"Clarisa: treintaipocos, pertenece a esa generación a la que se lo prometieron todo y a la que la crisis le ha negado la mayoría. Estudió mucho pero le ha servido para poco. Trabaja en un peculiar negocio: el canal Youtube de su madre, famosa por sus vídeos sobre terapia vital vegana y yogui.

Marco: introvertido y metódico. Trabaja como guionista en un programa de televisión, pero su gran sueño ha sido siempre ser escritor. Su novela está a punto de salir a la luz y parece que promete ser un éxito.

Un uno de enero sus mundos chocan (literalmente) en la San Silvestre, en una mañana atiborrada de corredores disfrazados de bailarina. Se enamoran de lo que los separa. Él, de la verborrea y caos de Clarisa. Ella, de la misteriosa personalidad y el carisma de Marco.

Pero, ¿qué sucede después del The end, cuando las cortinas se cierran y suena el despertador? ¿Cómo sobrevive el amor después de las legañas, después de los «llego tarde a casa»? ¿Qué pasa cuando decir «Te quiero» se vuelve una rutina?"

En la literatura se tiende a idealizar todo tipo de situaciones, alejándolas de la realidad (Y no digamos ya en las novelas románticas). ¿Pero qué pasa cuando se pretende justo lo contrario, y la historia nos acerca a un mundo tan real y actual que te sientes un voyeur en la vida de dos desconocidos?
Clarisa y Marco no podían ser más normales pese a sus mutuas excentricidades, esas diferencias que nos hacen humanos. Ella está llena de complejos y de dudas, arrastra malas experiencias y para colmo cree estar perdiendo a su mejor amiga ahora que ella está a punto de casarse. Marco aún está reponiéndose del volantazo que supuso su última ruptura, intentando compaginar su trabajo con su verdadera vocación sin perder el rumbo. Supongo que ya imagináis lo que sucede cuando dos personas así se encuentran. De la chispa surge el incendio.
Zahara se atreve a traernos una novela basada en el mundo más real y actual, plagada de alusiones al nuevo estilo de vida que se ha ido alzando en los últimos años: El uso constante de whatsapp, encontrar trabajo como youtuber o blogger, veganismo... y alguna que otra alusión musical (No esperaba menos) de la que parece la banda sonora de nuestros protagonistas. Podría haber sido una estampa muy dulce de no ser porque también hay demonios acechando en cada esquina. Los celos, la monotonía, las mentiras, el miedo.
El libro viene dividido en capítulos de apenas dos o tres páginas, alternando la versión narrada por Marco con la que está narrada por Clarisa. Así, podemos conocer los pensamientos de ambos y saber en qué momento de sus vidas se encuentran, si la actitud de su pareja ha sido la correcta o si empiezan a surgir secretos y desconfianzas que los alejan de la idílica pareja que un día fueron. Sin ir más lejos, a Marco le encanta escribir pero tiene serios problemas separando la realidad de la ficción que en teoría debería estar creando. ¿Y si su subconsciente acaba revelando más de lo que desea? ¿Qué hará cuando la bomba se haga pública?
A su vez, estos capítulos van agrupados en tres secciones que aluden al propio título de la novela: Trabajo, piso, pareja. Los tres eslabones que hoy en día componen ese tandem casi utópico donde antaño se situaba una vida "normal" y estable, pero que en nuestros tiempos parecen más bien un cubo de rubik imposible de resolver. Tener un trabajo estable, ahorrar para comprarte un piso, iniciar una convivencia con tu pareja... ¿Verdad que se dice pronto? Y quizá nos engañamos persiguiendo una combinación de los tres cuando la auténtica felicidad puede resolverse con otras fórmulas. ¿Por qué tienen los demás que saber lo que es mejor para nosotros? ¿Existe una norma? ¿Es necesario que todos caminemos la misma senda?
En parte creo que ese es el papel que cumple Claudia, la mejor amiga de Clarisa. Son completamente opuestas y sin embargo se adoran. Claudia está a punto de casarse, sueña con una vida perfecta al lado de su marido y sabe que el siguiente paso es la maternidad. Clarisa, por el contrario, es un mar de dudas que no sabe qué hacer con su vida y tiene claro que los niños no son lo suyo. ¡Y ya está! 
El lenguaje es muy sencillo y ameno, plagado de bromas con las que nuestros personajes intentan volverse informales y cotidianos. Se lee realmente rápido y si tuviera que ponerle una pega sería sencillamente que la fórmula de entrelazar la narración de Clarisa con la de Marco hace que la historia avance más despacio, así que en algunos momentos hasta nosotros parecemos sumirnos en la monotonía de su día a día y no vemos la hora de saltar a una situación más emocionante. ¿Quizá es un efecto conveniente? Puede, pero como lectora me van las emociones fuertes.
Así que va por gustos, interpretemos ésta novela como un reflejo de nuestros tiempos o miremos más allá: Una invitación a la reflexión, a ver en cuánto hemos cambiado y que no hay nada de malo en desandar la senda y volver a empezar, en equivocarse, en arriesgarse y tirarse de cabeza a una piscina vacía, en apostar por nuestros sueños, en no poder ser como los demás porque ese estilo de vida no va con nosotros.
¿Se puede alcanzar el equilibrio antes de que toda tu vida se derrumbe?