Reseña: La pequeña Roque, de Guy de Maupassant

¡Cuervos días!

Hoy os traigo un cuento de lo más macabro que, además, está ilustrado. Por alguna razón es en estas fechas cuando más me apetece leer clásicos y éste ha sido mi primer acercamiento a Guy de Maupassant, autor francés reconocido por sus relatos cortos y por la visión frívola y pasional que transmitía tanto de sus personajes como del ser humano en general. ¿Os cuento más?

"A mediados del siglo XIX, en un tranquilo pueblo francés, se descubre un espantoso crimen: una joven ha sido violada y estrangulada; su cadáver, desnudo, es hallado a la orilla del río. Pronto se hace patente que el autor es uno de los habitantes del pueblo; pero, ¿de quién se trata?"

Puede parecer que estamos delante de una novela negra y el mayor encanto de la historia sea descubrir quién asesinó a la pequeña Roque, pero no os llevéis a engaño. Aquí no importa tanto quién lo hizo, o si somos capaces de adelantarnos a los sucesos y adivinar su identidad. El verdadero núcleo de la historia no es el crimen: Es la maldad que lo rodea. Estamos ante una región de lo más tranquila, donde nunca parece pasar nada. Por eso, cuando el cartero descubre el cadáver de la niña queda conmocionado y corre como alma en pena a dar la voz de alarma. Enseguida acuden las autoridades del lugar y un médico que no duda en explicar lo que parece haber sucedido. ¿Y su teoría? 

Esto es obra de algún vagabundo, de algún obrero sin trabajo.

Se tienen en tan alta estima que ni siquiera valoran la posibilidad de que el asesino sea uno de ellos... son personas ambiciosas y en su mayoría sin conciencia, sólo hay que leer la forma en que se quedan contemplando al cuerpo poco después de encontrarlo, como si fuera algo lejano, ajeno a ellos. Maupassant logra así subyugar al lector y que vea más allá de la escena que se le está relatando, que ahonde en la moralidad de los personajes. Nos obliga a pensar, a prestar una mayor atención en cada detalle y descripción.

Pero cuando los zuecos de la niña aparecen en la casa de la madre, como si el asesino hubiera mostrado cierta compasión por ella... queda claro que buscan a alguien cercano, un habitante del pueblo. Es más: Buscan a alguien que estuvo presente cuando se encontró el cuerpo.

¿Cómo asumir una información tan reveladora? ¿Que uno de ellos fue el causante de tal atrocidad?

Las ilustraciones son obra de Yolanda Mosquera y acompañan con sobriedad y elegancia a cada escena. Son vacuas, perfilan a los personajes y los escenarios sin entrar en detalles. Creo que es una elección muy acertada porque congenian con la intención del autor, la de llevarte a ver más allá de la historia. Replantearte qué clase de monstruos ambiciosos y primitivos habitan en el mundo.

En 'La pequeña Roque' he encontrado una historia impactante y llena de fantasmas, personajes carentes de ideales que logran traspasarte una sensación de desesperanza y maldad... pero sería muy injusto quedarme con la historia y no contar todo lo demás, porque ésta edición concreta es un verdadero regalo para los sentidos.

Partiendo de las ilustraciones, que incluso se vuelven oscuras cuando nos relatan las pesadillas de uno de los protagonistas (Un juego más que eficaz) la maquetación tampoco merece pasar desapercibida. Es un libro con unas medidas atípicas, muy alto y muy estrecho, y además se nota que no han dejado nada al azar y le dan verdadera importancia a cada detalle estético: Por ejemplo, es la primera vez que en el colofón del libro leo los nombres de las tipografías que han empleado o el tipo de papel y su gramaje.  Os recomiendo buscarlo y hojearlo de forma física, porque os garantizo que es de esos libros que merece la pena ver, sentir, palpar. Entenderéis por qué destaco tanto su apariencia y por qué creo que magnifica la experiencia de su lectura. 

En tiempos donde casi cualquiera con un mínimo de influencia logra publicar un libro, hace falta que sean los libros los que destaquen por algo más que una firma.  Irónico si lo digo de un autor que ya está en la categoría de "clásicos" de la literatura, pero que publicaciones tan bien hechas como ésta logran re-descubrirnos. 

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