Reseña: El arte más íntimo, de Poppy Z.Britte


¡Cuervos días!
Dudaba con ésta reseña por lo difícil que puede ser recomendar la lectura de éste libro, pero creo que lo injusto sería negarle su espacio cuando su calidad no merece ser despreciada con tanta frialdad.

"Para el asesino en serie británico Andrew Compton, matar es un arte: el arte más íntimo. Tras fingir su propia muerte para escapar de prisión, Compton se encamina hacia EE. UU. con la intención de seguir perfeccionando su talento. Torturado por sus perversos deseos, llevado a poseer y asesinar a chicos jóvenes, Compton se une a Jay Byrne, un playboy disoluto que ha llevado su arte a límites que ni siquiera él había imaginado. Juntos, dirigen sus miradas hacia un chico de la calle, Tran, americano de ascendencia vietnamita, y de belleza exquisita, a quien consideran la víctima perfecta. Esta novela va dirigida a aquellos que se atreven a entrar en donde lo sagrado y lo profano se convierten en uno."


Abstenerse estómagos sensibles. No, no es una llamada de atención para que los más morbosos sigáis leyendo. Es un aviso claro de que las descripciones de ésta novela y los actos que se practican en ella llegan a ser realmente explícitos, como una película gore que logra sellar su identidad en tinta.

Pero precisamente siento que por su temática (sadismo, necrofilia, canibalismo) es un libro que puede ser juzgado de forma prejuiciosa sin un mínimo interés por su argumento y es lo que quiero evitar. No es una recreación gratuita que busque desesperadamente incomodar al lector. Nos transmite cómo sienten y piensan éstos asesinos, a través de esos monstruosos ojos con tan inquietantes filias. Leer una ficción no significa que aprobemos lo que en ella se relata. Con ésta aclaración, comienzo mi reseña.

La historia se ambienta principalmente en Nueva Orleans, a principios de los 90. Nuestros narradores son cuatro, y entre ellos se intercalan los distintos capítulos de la novela: Por un lado están Luke Ransom y Tran, pareja caída en desgracia después de que el primero diera positivo en VIH y no soporte la idea de morir en soledad. Después tenemos a Jay Byrne, un joven siniestro pero atractivo con una inquietante colección en casa. Y sin duda el verdadero protagonista, quien hila todas las tramas y domina con una oscuridad inalcanzable para cualquier otro: Andrew Compton, asesino en serie que acaba de fugarse de prisión fingiendo su propia muerte.

Con una narración exquisita, su autor nos sumerge en la oscuridad que envuelve a los cuatro personajes y las dantescas vidas a las que han sido condenados. Hasta que conectan. Y lo más disfrutable es que ninguno flaquea, son cuatro personalidades muy bien resueltas y complejas que nos atraparán, fascinarán... y alguno, repulsará. Es el caso de la pareja que más protagonismo cobra, ese par de "artistas" del asesinato que encuentran el mayor de los placeres en el sufrimiento ajeno. Cuando se conocen, reconocen al monstruo que habita en el otro y la conexión entre ambos es más que inevitable: Es el principio del caos.

Pese a la violencia intrínseca de la novela he de decir que encontré poética la forma en la que el autor escribe, su uso de las palabras, o el ingenio con el que describe los pensamientos de estas bestias. Las descripciones son inmejorables, el ritmo jamás decae y hasta escenas que en apariencia no son mas que un nexo entre un suceso y otro se convierten en verdaderos monólogos que impregnan el tono decadente y hostil de toda la obra. También cómo la tensión no deja de aumentar a medida que conocemos los gustos y flaquezas de cada personaje, cómo intuimos que acabarán conociéndose o el destino fatal que parece estar esperando a alguno de ellos. Porque estaremos demasiado presentes en esos momentos de cruda intimidad, demasiado inmersos en la trama para sentirnos ajenos a lo que ocurre.

Tampoco hay que pasar por alto el retrato social que hace la novela, especialmente a la comunidad homosexual y el fuerte impacto que a principios de los noventa tuvo la epidemia de sida, o las diferentes adicciones a las que se veían arrastrados jóvenes faltos de recursos y esperanza. Por no hablar de una magistral escena que expone la corrupción policial. En un ambiente cargado de tanta hostilidad y desesperanza no resulta difícil sentir la figura de algún depredador acechando, a la espera de un momento de debilidad.

En lo que no me voy a detener es en relatar la inspiración detrás de estos dos asesinos en serie, podéis encontrarla con facilidad en la propia novela. Creo que el furor por los "true-crime" está ya demasiado extendido y como dije no quiero reducir la historia a ellos, porque haría flaco favor al conjunto de su inmensamente disfrutable lectura.

"El arte mas íntimo" es una novela dura que sin embargo posee una gran calidad narrativa y personajes capaces de engancharnos a lo largo de toda la obra, por más enfermizos que sean sus actos o nos hagan sufrir acechando a alguien por quien hemos desarrollado simpatía. 





2 comentarios:

  1. Gracias por la reseña. tomó nota. Te mando un beso.

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  2. Hola guapísima, pues la verdad es que parece interesante, me gusta que hagas diferencia entre lo que cuenta y cómo lo cuenta. No sé si me animaré con ella, pero no la descarto.
    Un besazo

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