Reseña: Irène, de Pierre Lemaitre

 Vuelvo con una nueva reseña, para variar, de mi género predilecto. Ésta vez me he atrevido con uno de los genios de la novela negra francesa, o así me lo habían presentado antes de que tuviera el... ¿Gusto? De sumergirme entre sus páginas. Si queréis saber por qué lo pongo en duda, seguid leyendo.

Me ha parecido un autor sublime en todos los sentidos, y a su vez repugnante. Amas lo que lees y te odias por amarlo, porque es repulsivo y abominable. Retrata el lado más sucio y oscuro de la humanidad y lo hace con total normalidad, abriéndonos los ojos a una realidad demasiado cruda y dolorosa. Real, al fin y al cabo. Pero lo que más me ha gustado es la sutileza con la que va guiando al lector sin terminar de quitarlo la venda, arrojando pequeñas migas de pan hasta que al final, en cuestión de veinte páginas, todo el rompecabezas cobra sentido y te sientes "engañado" por la facilidad con la que todas las piezas encajan sin que tú te hubieras dado cuenta hasta entonces. En definitiva, una lectura de-li-cio-sa.

Para el comisario Verhoeven la vida es hermosa, está felizmente casado y esperando su primer hijo con la encantadora Irène. 
Pero su dichosa existencia se verá amenazada por un asesinato de sadismo sin precedentes. Peor aún, la prensa parece tener solo ojos para él, todos sus movimientos son noticia de primera plana. Cuando descubre que el asesino ya ha matado antes y que cada asesinato es un homenaje a una novela policíaca clásica, rápidamente le apodan "El novelista". 

Con ambos hombres en el punto de mira, el caso se convierte en un duelo personal, cada uno empeñado en ser más inteligente que el otro. Sólo puede haber un ganador... el que tenga menos que perder.

Me ha parecido un libro bastante duro, y no solo en esa recta final tan... inclasificable. No es para todos los estómagos, aunque una vez terminado reconozco que me ha sorprendido para bien y que me ha faltado tiempo para decidir que mi siguiente lectura será el segundo de esta trilogía, porque necesito saber cómo continúa o al menos explorar un poco más la perturbada mente de este autor. Me siento masoquista por lo que acabo de decir, en serio. Si os atrevéis a leerlo sabréis por lo que lo digo. Lo amas, pero odias amarlo. Y sin embargo, no puedes parar de leer.

Se lo recomiendo a los amantes del género porque además de no decepcionar, sorprende. Para el resto, repito, contiene algunas escenas bastante explícitas y que pueden dañar la sensibilidad de más de uno.

Aún así no fue excusa suficiente para que me diera por bajarle la nota, y mira que con algunas escenas llegué a odiarlo fervientemente.