Foto reseña: Nubes negras, de David Ruiz

¡Cuervos días!
Nueva reseña poética, ésta vez dedicada al poemario que recientemente publicó David Ruiz. Él dice que no es poeta, que no es compositor... el caso es que hace música de la que se puede leer y escuchar, y aquí os traigo un aperitivo de sus muchas melodías. ¿Nos vamos de estrofas?

"Volverán las mañanas felices,
la época en que las personas
 no se ahoguen en conversaciones de ascensor
 intentando sostener una imagen
que les protege de sí mismos
 a la vez que ayuda a mantener
el equilibrio de esta obra de teatro
a la que llamamos existencia."

Personalmente le tenía muchas ganas a éste libro porque ya imaginaba parte del contenido que me esperaba en su interior. David Ruíz es el vocalista de la M.O.D.A, que son las siglas por las que se conoce a su grupo, La maravillosa orquesta del alcohol. Como compositor es natural que escriba cientos de letras y no todas acaben convertidas en canción, pero sí que le sirvan para recabar material de sobra con el que compartir textos como los que encontramos entre sus "Nubes negras".

Para hacer un poco de justicia poética (Que es un término perfecto en este caso) antes de ponernos intensos y hablar de poesía creo que debería compartir con vosotros algo de su música, ya que no quiero desaprovechar la ocasión de descubrírselos a alguno de vosotros.
Lo último de estos chicos se titula "Ojalá", versionando el tema de Silvio Rodríguez para el 5º aniversario de la banda. Si la dejáis de fondo mientras seguís leyendo la reseña, la experiencia se amplifica por mil.

Escribir como si le gritaras al mundo
 con la boca llena de sangre, mientras
rezas a un Dios en el que nunca creíste
para que te deje acabarte la cerveza.

Ahora sí, ahora sí. El poemario incluye material inédito y otros fragmentos que, para seguidores de la banda, nos resultarán de lo más familiares. En mi caso hay páginas que las leí tarareando por dentro, mientras que otras más novedosas apartaron esos pájaros de mi cabeza y me devolvieron los pies al suelo. Me encanta su manera de pensar, de expresarse, de crear una experiencia adictiva desde la primera hasta la última página. Tal vez penséis que gustándome su música soy incapaz de dar una valoración crítica de este poemario... y os equivocaríais enormemente. ¿No acabo de insinuar que la música también puede ser leída? Hasta el propio índice lo insinúa,  consta de "Cara A" y "Cara B" como si se tratara de un viejo casete (O las máscaras del teatro griego, o una doble personalidad encubierta...), pero eso sí, reinventado y con olor a imprenta.

Se hace muy muy corto, tanto que cuesta no leérselo de una sentada (Y es algo que yo intento evitar siempre, pero ésta vez en dos noches lo tenía terminado).
Respecto a la edición, el poemario combina páginas en blanco con otras en negro, así como diferentes tipografías y tamaños para sus textos. Creo que le va a pedir de boca con el título, es como encontrar espacios en blanco entre sus nubes negras por los que, nos guste o no, se cuela la luz.

David tiene un estilo tan desgarrado como su voz, le gusta hablar de la realidad y no usar florituras con las que embellecerla. Si algo es oscuro o pesimista no se esforzará en disfrazarlo. Supongo que por eso no sorprende oírle hablar de Baudelaire, de Johnny Cash o de Miles Davis, personas que desde un ámbito u otro se dedicaron a desgarrarnos las entrañas .

Es indudable el interés que este poemario puede despertar en fans de la banda, quienes sin duda disfrutarán mucho de su lectura (Y de paso, tal vez, se aficionen a la poesía). Pero no es algo exclusivo para aquellos que escuchan su música ni mucho menos, ya que no deja de ser una pieza individual de alguien con mucho que contar, ganas de expresarse y talento con el que hacerlo. No importa quién esté detrás sino lo que tenga que contar, y si encaja con lo que estás buscando. Si eres de l#s que disfrutan con los poemas o cualquier texto que abogue por la reflexión y el vivir la vida que tienes, si andas buscando una lectura corta pero intensa para estas vacaciones, y en definitiva si has leído la reseña hasta aquí ...  éste es tu libro. 

David, no serás poeta, pero la vida nace y late en tus letras.

¿Qué, hay hambre de poesía para este finde?