Reseña: Mi verdadera historia, de Juan José Millás

¡Cuervos días! Había leído algunos artículos de Juan José Millás pero nunca una de sus novelas, y mira que es de esos autores que pueden presumir de premio Planeta, Nadal, que sus libros hayan sido traducidos a 23 idiomas... y como me fascinó su estilo, al margen de premios y reconocimientos, quise conocer un poco más de cerca la obra de éste autor. Me estreno con su última novela, un tesoro de apenas cien páginas incapaz de dejarte indiferente.

"El narrador de Mi verdadera historia es un adolescente de doce años como otro cualquiera, con sus miedos, inseguridades y deseos de nuevas experiencias. Un día, volviendo del colegio, arroja una canica desde un puente y ocasiona un accidente de tráfico que acaba con la vida de toda una familia. Sólo se salva Irene, una chica de su edad, que queda tullida. A partir de ese momento, la culpa va cobrando forma en su mente y el protagonista halla en este hecho delictivo (convertido en su gran secreto) y en su obsesión y su amor por Irene la única salida a un entorno familiar que se desmorona mientras sus padres se divorcian."

Mi primera impresión sobre esta novela fue que se trata de una historia presentada e ilustrada para captar el interés de un público joven, pero con una trama realmente oscura que puede no ser fácil de digerir para ese tipo de lectores. Suicidio, soledad, disconformidad y desde luego un morboso estilo de afrontar la vida son las temáticas que acompañan la 'verdadera historia' de nuestro protagonista.
Cómo iba a pensar que una canica fuera a provocar un accidente donde fallecería toda una familia salvo la hija, una niña de su misma edad. Desde ese momento nada será igual, no puede seguir con su vida ignorando lo que ha hecho y una nube negra empieza a perseguirle a todas partes, afectando a su personalidad, sus decisiones y su forma de madurar. Comienza creyéndose 'El idiota' y termina temiendo la hora del 'Crimen y Castigo', dos de las novelas favoritas de su padre y que parecen burlarse de él. La narración de su autor es cuanto menos original.
Uno de los puntos fuertes de ésta novela son sin duda las reflexiones de su protagonista, al que me encantaría poner nombre pero en ningún momento nos lo llega a revelar. Es un chico corriente que por cuestiones del azar acaba convertido en el chico raro, uno que convive con un terrible secreto y debe aprender a sobrellevar esa carga en silencio.
Sus padres son otro eslabón importante. Mientras que la madre parece capaz de leerle los pensamientos e incluso lo vigila con miedo y preocupación, su padre cada vez se muestra más distante y frío. Es como si ella supiera lo que hizo. Es como si para él no existiera. Pero aunque es con su madre con la que convive, toda su vida nuestro protagonista no ha anhelado otra cosa que la aprobación de su padre, su cariño, su respeto. Se siente triste y miserable precisamente porque la persona a la que más admira ni siquiera es capaz de verle. Precisamente en uno de sus encuentros sale una de mis citas favoritas de todo el libro, donde al fin admite frente a su padre el yugo con el que ha vivido desde pequeño.

- ¿Por qué escribes? - Porque tú lees. Si trabajaras en prisión, yo sería el preso.

Pero tampoco me puedo olvidar del cuarto personaje en discordia, Irene, la superviviente del accidente. Nuestro joven narrador se reencuentra con ella años después y queda fascinado. Tampoco es la primera vez que la ve ya que en el fondo, carcomido por la culpa, se la ha imaginado una infinidad de veces. Tal vez esté ciega, lisiada,  con o sin cicatrices... tiene un modo morboso de convivir con el dolor, tanto es así que acudirá a la escuela de la niña hasta que finalmente consigue conocerla y empezar a quedar. Y se gustan.
"Mi verdadera historia" es un relato breve de inmensa fuerza, de esas novelas que se quedan contigo una vez las has terminado de leer. Y no nos podemos olvidar de las ilustraciones de Lucas Climent Baró, un acompañamiento que arroja cierta inocencia sobre una historia con más sombras que luces.