Reseña: Huir de mi, de Redry

¡Cuervos días! Conocí a Redry con su primer libro de poemas, me encantó esa voz tan íntima y despojada de máscaras que escuché a través de sus páginas. Ahora, vuelve con un nuevo libro donde todos aquellos monstruos se han manifestado sólo para recordar lo que ya no está, sentimientos intensos por los que vale la pena vivir... y el inmenso vacío que deja su ausencia. ¿Pero cómo huir de lo que llevas dentro?

"Vivimos vidas rutinarias; todos los días nos levantamos, vamos a trabajar, hacemos la compra y quizá saquemos un rato para ver una película y vuelta a empezar. Y es así, no todos los días ocurre algo extraordinario, aunque a veces pasa, es verdad, pero la vida es una rutina constante que debemos aprender a convivir con ella.

Dicen que hay que ser feliz, incluso hay quien dirá que es feliz constantemente, pero yo no me lo creo. La felicidad como constante no existe. Que no os engañen. Podemos tener ratos felices, muy felices o tristes, incluso algunos muy tristes. Debemos empezar a valorar los pequeños detalles de nuestra vida, en ellos sí que radica la verdadera felicidad.

A lo largo de nuestro día debemos aprender a valorar esas pequeñas cosas que nos hacen sonreír y que normalmente no nos fijamos en ellas. Un mensaje de «buenos días», el olor a café por la mañana, la caña de cerveza helada al final del día en verano, el beso de despedida de esa persona a la que quieres. Elige tu propio pequeño detalle, hay muchos a lo largo del día, fíjate.

Emociónate con lo pequeño, vívelo al máximo, sueña, no dejes de soñar, lo pequeño puede hacerse muy grande. Enamórate, enamórate hasta el infinito, no dejes nunca de sentir."

Ya han pasado dos años desde que leí "Abrázame los monstruos" (Reseña aquí), el primer poemario de Redry. Recuerdo que me gustó por su carácter intimista, la sencillez de sus palabras y el mensaje que dejaba. Hace que parezca fácil explicar cómo te sientes. Y entonces llega éste "Huir de mi" y... te preguntas qué sería de los poetas, de las personas, si no pudieran sacarse de dentro todas esas palabras.
Hay amores que son correspondidos, y sin embargo efímeros. Amores largos, y sin embargo insuficientes. Otros nunca salen del espectro de lo platónico. Pero sea cual sea el caso, cuando llega el final la caída en inevitable. Redry habla de esos intensos sentimientos, el placer de haber conocido a alguien con quien todo parece mágico, el paseo en el que se convierte cada momento en la vida de esa persona. Luego, llega la despedida. El vacío. Los sentimientos encontrados y ese gran enemigo: Los recuerdos.

Paso los días más tumbado que durmiendo, tratando de olvidar cómo empecé a recordarte

Se hace duro convivir con el mundo, pero sobretodo con nosotros mismos. Es ahí donde surge la raíz de éstos textos, un grito sofocante entre la añoranza de una persona amada y la imposibilidad de arrancarla de nuestra vida. Nos convertimos en nuestro peor enemigo. Nos lamemos las heridas, intentamos proyectar odio hacia alguien que aún amamos y al final la convivencia se hace insostenible. Por eso muchos terminan escribiendo. Es la forma más eficaz de ganarle la batalla a nuestra propia memoria.
Redry recaba recuerdos y los va convirtiendo en una delicada prosa plagada de fuerza. Dolor y amor van parejos para escribir textos honestos, donde nadie es víctima o verdugo. Tiene un estilo natural, sencillo, con el que es fácil identificarse porque a todos nos han recorrido esos mismos sentimientos alguna vez. Todos convivimos con un bagaje del que en ocasiones nos gustaría librarnos, pero no podemos. Son esas experiencias, lugares a los que no nos atrevemos a volver, personas que permanecen ancladas en nuestros recuerdos, los que conforman éste libro y todas las sensaciones de las que Redry desearía poder huir. ¿Quién no lo haría? Pero a veces el dolor puede ser un instrumento para crear algo hermoso, y creo que éste es uno de esos casos. 
Su sensibilidad es su marca de identidad, y no le da miedo mostrarla. Donde otros se empeñan en construir barreras, Redry tan sólo ofrece abrazos. Describe el pasado sin amargura, siempre con la mirada puesta en lo que vendrá. Pero ante todo es un poemario de amor, porque para escribir de amor creo que también hay que dedicar su merecido espacio a esa batalla por encontrarlo, perderlo, arriesgarse y volver a buscar. Así que sí, "Huir de mi" destila amor sin límites hacia los demás y ante todo, uno mismo. Quién lo diría si juzgamos el libro por su título, ¿Eh?

Estoy cansado de tanta poesía Estoy cansado de no poder hacerla contigo Estoy cansado de no poder escribir a tus fríos Estoy cansado de vivir, beber y solo ver entre líneas Me enseñabas a volar estando tumbados en el suelo Y estoy cansado de tanta poesía De ver vibrar icebergs con los que hundir de nuevo mis días

A los textos les acompañan las ilustraciones de Lady Desidia, que también es responsable de la portada. Las páginas en blanco alternan breves frases sobre fondos negros, siempre cargadas de nostalgia y con un cariz agridulce.
"Huir de mi" ha recibido el II premio de EspasaEsPoesía, convocado por la editorial Espasa y concedido por un jurado profesional.
La felicidad como constante no existe. Por eso estamos ante un libro cargado de viajes emocionales en todas sus fases, imprevisible, con momentos más optimistas que otros, pero donde el destino está más que claro: La reconciliación con nosotros mismos, valorar lo que se nos brinda, vivir al máximo y no tener miedo de sentir.