Reseña: No soy yo, de Karmele Jaio

¡Cuervos días!

Muchas mujeres no reconocen lo que ven en el espejo, suspiran, se preguntan qué fue de sus años, sus sueños, sus anhelos. A veces cambiamos el rumbo y otras desechamos unas ideas a cambio de otras, pero lo que es innegable es que todas llevamos mil vidas dentro, todas somos mil mujeres diferentes. Y por eso es tan fácil conectar con las protagonistas de estos relatos.

"Karmele Jaio, la autora de La casa del padre, nos presenta en su nuevo libro catorce historias de mujeres. Todas pertenecen a una misma generación, tienen entre cuarenta y cincuenta años, y pasan por un momento crítico en sus vidas. Las descubriremos en esa extrañeza ante un cuerpo que cambia, la ansiedad ante el evidente envejecimiento, la nostalgia del pasado idealizado y de la juventud, la rutina de las relaciones conyugales, la urgencia por aprovechar el tiempo que les queda, la sensación de no encontrar su sitio... Aquellas pequeñas fracturas emocionales de gran trascendencia en la vida cotidiana de cualquier mujer.

Jaio es una de nuestras mejores novelistas contemporáneas y que mejor refleja la complejidad cotidiana de la vida de las mujeres."

No suelo animarme con libros de relatos pero en este caso me llamó mucho la atención tanto la temática que une estas historias como quien las escribe. Nunca había leído a Karmele Jaio pero estaba en mi lista de pendientes, ¿Por qué no a través de historias cortas? Y es increíble lo rápido que he me engancharon.
Como sucede en este tipo de obra, habrá historias que nos gusten más o menos, pero desde el principio me descubrí maravillada con la forma de escribir de su autora y la facilidad con la que convierte hechos cotidianos en algo capaz de atraparte. Y es entonces cuando te ves reflejada en esos relatos y piensas "¿Estaré yo en la edad de las dudas, la edad de las inseguridades y miedos por los que atraviesan esas mujeres?".
Los cuentos de este libro forman, en palabras de su autora, parte de un mismo universo. Nueve son relatos inéditos traducidos por primera vez al castellano y cinco de nueva publicación para este libro.
Una ventaja que estaréis imaginando es su brevedad. Puedes leer uno de estos cuentos en cualquier momento, dedicarle apenas unos minutos y ya habrá concluido. Además el propio libro consta de menos de doscientas páginas, así que su lectura podría darse por terminada, si lo deseas, en apenas un par de días. Y sin embargo su aire cotidiano y cercano hace que sea una liberación ponerse con él, desconectar del mundo real con una facilidad abismal para entregarte a esas vidas que podrían ser la tuya pero que, ¡Qué maravilla! no lo son. Que no. Deja de buscar las semejanzas, no están hablando de ti.
¿Qué puedes tener en común con una mujer que mira a su marido creyendo que han perdido la chispa? O el control de su vida. Que ya es madre o abuela sin saber cuándo ni cómo, que añora un amor perdido, que busca verse más atractiva, que está en guerra con su dieta, con el mundo.

No puede creer que la mujer que habla con esa seguridad sea la misma que dos semanas antes lloraba en un restaurante y se lamentaba porque desde que no hacen planes con las niñas se siente vacía.

¡Que la vida no se acaba! Ni porque te mudes, te dejen, haya un inesperado cambio de planes o nos llegue una pandemia. Y con ese poso van desarrollándose estas historias sobre mujeres milagrosas y resilientes que huyen de lo cotidiano y rescatan la magia de sus días.
Ahora que nos rodean circunstancias tan desalentadoras creo que lecturas así son las que hacen falta. Que insuflen optimismo, sonrisas, serenidad. Que nos recuerden que siempre hay algo por lo que vale la pena luchar.

No sabes qué es, pero sientes que algo que llevaba mucho tiempo dormido en tu interior comienza a despertar. Al cerrar la puerta percibes el olor dd¡e la primavera entrando por la ventana abierta del salón. Respiras fuerte.Edurne. Te ha dicho que se llama Edurne.

Me despido bastante segura de que no será la última vez que Karmele Jaio tenga un hueco entre mis lecturas. Breve pero intenso, nada mal para una primera cita.
"No soy yo" es el reflejo de todas, mujeres que viven y se deconstruyen dentro de rutinas y ruinas que nos van a resultar muy familiares. Ah, pero no son nuestras ruinas.