Reseña: El peso de la sangre, de Tiffany D.Jackson

¡Cuervos días!
Me gusta ésta nueva tendencia de reinterpretar clásicos (Y para mí las novelas de Stephen King lo son) añadiendo toques más contemporáneos a la historia. Más de uno ya habrá adivinado en qué novela se inspira el libro del que os vengo a hablar, pero si no es tu caso, te doy dos minutos más.

"Cuando preguntan a los habitantes de Springville -al menos a los que siguen vivos- qué ocurrió la noche del baile, todos responden lo mismo: Fue Maddy.

Madison Washington, marginada en su instituto de una pequeña localidad de Georgia, siempre ha sido objeto de burlas por parte de los matones. Ha soportado esta situación porque tiene problemas más urgentes que resolver. Hasta la mañana en que una tormenta inesperada revela su secreto mejor guardado: Maddy es multirracial. Se ha pasado toda la vida fingiendo ser blanca a instancias de su fanático padre blanco, Thomas Washington.

Después de que un vídeo sobre el acoso escolar se hiciera viral y expusiera las raíces racistas del Instituto Springville, los representantes estudiantiles idean un plan para cambiar su imagen pública: organizar el primer baile de graduación interracial de la escuela como muestra de unidad. La popular delegada blanca de la clase convence a su novio, el quarterback superestrella negro, para que invite a Maddy a ser su pareja, lo que la lleva a ilusionarse con la posibilidad de tener una vida normal.

Pero algunos de sus compañeros de clase aún no han terminado con ella. Y lo que no saben es que Maddy todavía esconde otro secreto. uno que les costará la vida a todos.." 

La historia de Maddy guarda infinitud de semejanzas con la popular  Carrie del maestro del terror, Stephen King. Sin embargo, en la novela que hoy os vengo a presentar (Que en ningún momento oculta de quién saca la inspiración) hay otros elementos que cobran fuerza. Si para Carrie su madre y la religión eran la principal dinamita para todo lo que se desarrollaría, aquí nos encontramos con una sociedad que ondea su racismo con total libertad. 

Sus compañeros. Pero también sus profesores. Y su propio padre. ¿De quién fue la culpa de lo que ocurrió? Todos señalan a Madison, nadie repara en pensar qué llevó a tan salvaje desenlace. Nadie se cuestiona si se pudo impedir, si el verdadero problema está en la indiferencia y el odio masificados, en la cobardía de querer encajar en un grupo sin responder a sus múltiples agresiones. 
Pero empecemos por el principio.

El libro alterna la narración en dos tiempos: Las entrevistas sobre "Lo que sucedió", y la historia en pasado de cómo se desarrollaron los acontecimientos hasta la tragedia de la que todo el mundo habla.

Jules, Brady, Kendrick. Todos estaban de acuerdo en que, para parar la ola de ataques racistas y demostrar que realmente eran un instituto que integraba y valoraba a todos sus miembros, el próximo baile de fin de curso sería interracial. Como si el simple hecho de matizar algo así no lo hiciera, en facto, racista. Como si los alumnos blancos que habían aceptado esa norma no estuvieran deseando burlarse de Maddy en el día más especial de su vida.

Dios no comete errores.

Pero hay más de lo que ellos ven en Maddy. Mucho más que un pelo rizado, mucho más que una herencia biológica que por años ha tenido que disimular para que su padre, supremacista blanco, quede conforme. Debía negar lo que era, mantenerse escondida, fingir. Pero ya no más. Y cuando la farsa cae, cuando Maddy puede ser ella misma, extrañas habilidades reprimidas comienzan a salir a flote y aumentan a medida que esa rabia contenida se permite salir.

"El peso de la sangre" ofrece una versión fresca y actual de la historia que ya conocemos pero con nuevas voces y personajes, sin caer en la copia, con su propia voz y narración. Como fan de Stephen King reconozco haber sido capaz de disfrutarlo sin caer en comparaciones, el entorno juvenil y la narración me han resultado mas ligeros, no por ello peores, pero sí suficientes para calificarlo como una lectura más liviana que la de Carrie. Quizá lectores que aún se están introduciendo en géneros como el thriller o el terror den un buen bocado de ésta novela sin saborear aún el verdadero pavor de otros grandes títulos. Pese a ello, el clímax es violento y salvaje y nos lleva a planteamientos inevitables. ¿Deben pagar aquellos que siembran odio y dolor allá por donde van? ¿Se debe castigar a quien sólo se convierte en la consecuencia de tanta violencia? ¿Quiénes son verdugos y quiénes víctimas en un entorno tan asfixiante como los institutos? Y sobre todo. Cuántas desgracias deben ocurrir antes de que personas responsables tomen medidas.

Termino encantada, una grata sorpresa de una autora que aún no conocía y de la que pienso estar pendiente. Ideal para éstas fechas navideñas en las que nos apetece un poco de tensión en nuestras lecturas. 






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