Reseña: El azul es un color cálido

¡Cuervos días!

Creo que sin pretenderlo me estoy volviendo adicta a las novelas gráficas. Será que se leen en un suspiro o que cuando andas más ocupada agradeces que te ahorren tener que imaginarte el escenario... pero de un modo u otro, me he visto arrastrada por segunda vez a la sección donde me esperaban éstas preciosidades, y he acabado leyendo un tomo mágico del que he quedado completamente enamorada. Os lo presento.

"Clementine es una adolescente sin problemas. Un día se cruza en la calle con una pareja de chicas. Una lleva el pelo teñido de azul y le sonríe, mientras Clementine baja la vista. A partir de este preciso momento todo va a cambiar para ella: su relación con sus nuevos amigos, su sitio en la familia, sus prioridades... y sobre todo su sexualidad."

¿Qué sentido tiene ponerle normas a nuestra felicidad? ¿Acaso se necesitan excusas para amar? 'El azul es un color cálido' nos plantea una de las historias amorosas más dolorosas (y reales) que podréis llegar a leer. Nunca una viñeta supo expresar tanto.

Desde el principio somos muy conscientes del terremoto de emociones en el que nos vamos a adentrar: Alguien ha muerto, vamos a ser testigos directos de sus memorias y saber de antemano cuál va a ser el desenlace de la historia hace que todo cobre un matiz mucho más duro, alertándonos del peligro. Pero como somos masoquistas y la historia engancha desde la primera página, seguiremos dejándonos destrozar por sus más que adorables protagonistas.

Clementine no tiene nada claro en la vida y la mentalidad de sus padres no ayuda, pues sólo consiguen reprimirla aún más y que sus miedos la hagan sentir enferma, asustada. ¿Por qué es incapaz de mantener una relación normal con un chico, como hacen el resto de sus amigas?

Emma es justo lo contrario. Es lesbiana y vive su sexualidad con total libertad, sin tapujos, como algo normal y algo de lo que estar orgullosa.

Podéis imaginar hasta qué punto tiembla la tierra cuando los mundos de las dos chicas colisionan.

Pero hablemos de su originalidad, de ese mimo con el que la historia nos va invitando a perdernos por sus páginas. Las viñetas empiezan a todo color, mostrándonos que ese es el tiempo presente. Una vez comenzamos a ser testigos del contenido de los diarios todo se vuelve en blanco y negro, como meros recuerdos escondidos en pasado... unos recuerdos que no parecen conservar color alguno, salvo uno: El azul escapa de toda contención y sigue mostrándose vívido, señalándonos hacia dónde mirar. Una historia tan emocional como ésta no podía fallar en sus diálogos, llegando a ser tan contundentes que el azul de sus páginas te encogerá el alma y calará de lleno en tus huesos. Los hay para todos los gustos: Románticos, existenciales, tristes, dramáticos, poéticos. Y cuando los lees no puedes evitar pensar en Clementine y en el drama interno que vive a cada momento, en una lucha tan obvia como necesaria: Tan solo persigue su felicidad. ¿Por qué la hacen sentir culpable?

Y ahora un breve párrafo de reflexión personal. Recientemente mantuve una conversación sobre este tema, la sexualidad y la forma en que cada uno decide vivirla. Me comentaron que un compañero suyo llegó a clase presentándose abiertamente como gay, como si fuera algo necesario o habitual a la hora de darse a conocer. "Hola, soy Pepe y soy gay".  Yo antes juzgaba mucho lo injusto que me parece que un homosexual necesite reivindicar lo que le gusta, mientras que al heterosexual nadie le va a preguntar, porque no les interesa. Nunca oirás un "Hola, soy Pepe y soy hetero". Pero ahora lo pienso y digo... bueno, ¿Y por qué no? Cuesta mucho aceptarse a uno mismo y creo que el triunfo de muchos es haber superado esa fase, así que está bien que lo proclamen a los cuatro vientos. Está bien que lo incluyas en tu presentación, justo después de tu nombre. Está bien que te permitan ser lo que eres y no tengas que temer una reacción. Y está bien que lo lleves en la intimidad como algo íntimo que es, siempre y cuando no lo rechaces.

Para mi ese es uno de los encantos de ésta novela: Habla sobre la aceptación. No es sólo una historia de amor, no es un sólo un drama. Las páginas nos llevan a acompañar a Clementine en el viaje más apasionante de su vida, uno que la llevará hacia el descubrimiento personal, hacia la luz más poderosa e influyente que haya conocido nunca. Una luz azul que eclipsará todo cuanto había conocido hasta entonces. Y ésto la impulsará a enfrentarse al mundo que cree conocer y en el que ya no encaja, porque sabe que no quiere volver a vivir una mentira.

Puede que a muchos os suene más su adaptación cinematográfica, "La vida de Adele" ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes y protagonizada por Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux. Y si no la conocéis, entonces os estaréis preguntando... ¿Y quién demonios es Adele? Pues nuestra Clementine. En cierto modo el título de la película me llega a gustar más que el de la novela, por una sencilla razón: Aquí la protagonista parece ser Emma... pero en realidad, todo el tiempo, estamos viviendo la historia desde el punto de vista de Clementine, de Adele. Al fin y al cabo la película se toma muchas licencias (Algo que no entiendo teniendo un "guión" tan literal como es una novela gráfica, donde te detallan cada plano, cada escena, cada detalle) y es justo que se las mire como obras independientes y no complementarias. ¿Y mi favorita? Como es habitual, me quedo con la versión literaria.

Por todo esto y mucho más, "El azul es un color cálido" es una de esas novelas que se te quedarán en la memoria impresas por mucho tiempo, insaciables, capaces de hacerte reflexionar sobre el mundo que nos rodea y lo intensas que pueden llegar a ser las relaciones personales. Como alguien aleatorio, salido de la nada, de un modo o no casual (Eso ya depende de si creéis en el destino) es capaz de cogerte por sorpresa, darle la vuelta al mapa y descubrirte una realidad que nunca soñaste posible.

¡Felices lecturas!